El actual número dos del tenis puso en marcha un programa de ayuda a través de su fundación. “La educación temprana es la base de todo aprendizaje”, opinó
“Emocionado de visitar Malawi, el corazón caliente de África, por primera vez con la fundación”.Roger Federer viajó a Lilongüe, la capital de uno de los países más pobres del mundo, y el lunes participó en la apertura de un centro destinado a mejorar el desarrollo de los niños.
Una semana después de perder la final de Wimbledon ante Novak Djokovic, el suizo mostró todo su afecto y compartió valiosas experiencias junto a los pequeños de Malawi, país en el que un niño de cada dos sufre retrasos en su crecimiento por la mala formación entre los 18 y 23 meses.
“Siempre pensé que los niños eran nuestro futuro y me gusta mucho poder ayudarlos dándoles la oportunidad de ir a la escuela. Es verdaderamente importante que cada niño pueda tener esta oportunidad”, señaló el tenista de Basilea a la AFP.
En colaboración con la organización humanitaria Action Aid, la fundación de Federer trabaja desde 2011 en seis lugares distintos de Malawi, donde la malnutrición infantil es uno de los problemas urgentes, y el objetivo del tenista es ayudar a 135 mil niños hasta 2021.
“Me siento agradecido de poder compartir tiempo con estos niños asombrosos. Estoy muy impresionado y emocionado al ver los resultados de nuestros esfuerzos de primera mano”, concluyó.